ANÁLISIS BD | La incógnita burgalesa como inicio de la ACB

Tras una gran victoria en la supercopa de España contra el Barcelona, con una remontada de época después de perder por 19 puntos, y con una actuación estratosférica de Llull, el Real Madrid de baloncesto vuelve a escena con su estreno en la liga ACB. Y lo hace ante un San Pablo Burgos que, a día de hoy, es un enigma. Dos Basketball Champions League seguidas, una intercontinental, playoffs de ACB y la primera clasificación en la historia para disputar la Copa del Rey. Todo eso alcanzó la temporada pasada el conjunto castellano leonés.

Solo por el hecho de no tener que disputar dos ediciones de la Champions en la misma temporada, ya va a ser imposible que los burgaleses consigan los mismos objetivos. Pero si a algo se han acostumbrado en Burgos es a reinventarse y luchar. Adaptarse a las circunstancias y seguir dando alegrías a su afición.

Este año tiene por delante el reto de volver a establecer nuevas dinámicas, nuevo ‘feeling’ en sus jugadores, ya que el San Pablo Burgos ha rehecho su plantilla casi al completo, empezando por el entrenador. Zan Tabak estará al mando de la nave burgalesa tras unas temporadas magníficas de Joan Peñarroya, que se ha marchado a Valencia. El experimentado base Alex Renfroe sigue en la plantilla y está llamado a ser la manija del equipo, aunque será baja ante el Real Madrid debido a que sigue jugando la liga de Puerto Rico.

Quizá, la gran apuesta del club burgalés es el escolta Tyrus McGee, llamado a la difícil tarea de relevar en la anotación a McFadden. Además, desde la dirección del club decidieron otorgar más altura a la pintura con dos nuevos ‘5’: Dejan Kravic (2,13 metros) y Steve Zack (2,11 metros).

El nuevo bastón de mando y los fichajes no serán fácil de acoplar en un club con una columna muy afianzada en las últimas temporadas, aunque siguen jugadores importantes como Benite, el citado Renfroe o Xavi Rabaseda.

En resumen, de primeras será complicado que los de Burgos sigan siendo el bloque tan sólido y efectivo de temporadas pasadas, pero los movimientos de la dirección deportiva en el mercado hacen pensar que a medio plazo pueden alcanzar un ritmo similar.