“Dentro de diez años se recordará el primer partido de Tchouaméni en el Santiago Bernabéu”

El francés del Real Madrid fue elegido mejor jugador del partido ante el Betis en su debut en el feudo madridista
04.09.2022 09:30 de  Javier Rubiano  Twitter:    ver lecturas
Tchouaméni, Real Madrid
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Tchouaméni, Real Madrid
© foto de Federico Titone

Aurelien Tchouaméni fue nombrado mejor jugador del Real Madrid 2-1 Real Betis disputado ayer por la tarde en el estadio Santiago Bernabéu. No es para menos, y es que el centrocampista francés de 22 años dio un recital defensivo que dejó alucinado a todo el mundo. Con balón, el ex del Mónaco se mostró también muy sobrio y preciso, e incluso se animó a disparar desde lejos del área. Poco a poco se va soltando y, sin duda, dará muchas alegrías al madridismo en los próximos años. Por lo pronto, ya ha sido titular en los cuatro partidos de Liga.

ALUCINAN CON TCHOUAMÉNI

El periodista Carlos Carpio se ha deshecho en elogios hacia el francés en el diario Marca: "Dentro de diez años, cuando sea una leyenda consagrada del Real Madrid, alguien recordará que el día que Aurelien Tchouaméni jugó por primera vez en el Bernabéu fue elegido el mejor de un partido en el que jugaban los dos mejores equipos del torneo según la clasificación. Se le olvidarán los datos, claro. Tanto tiempo después es imposible acordarse de que ganó 16 de los 19 duelos que disputó (los 6 por alto se los llevó todos), que recuperó 11 balones, que realizó 7 entradas, que hizo 4 intercepciones y que no cometió ninguna falta. Quizás recuerde que estuvo a punto de marcar un gol de cabeza que le sacó sobre la línea de gol Rui Silva. O que tenía 22 años. El dato que seguro guardará en la memoria, que para eso insiste la prensa y los aficionados rivales, son los 80 millones que había pagado el Madrid por él", explica.

EL FRANCÉS, OMNIPRESENTE

Asimismo, Carlos Carpio destaca la omnipresencia que mostró el ex del Mónaco, que estuvo en todas partes del campo: "La sensación que Tchouaméni dejó el día de su presentación ante su afición se resume en una palabra: omnipresente. Estuvo en todos lados haciendo lo que tocaba en cada momento, ya fuera iniciar la salida de balón de forma rápida, directa y efectiva, o conseguir el cuero para su equipo en cada acción de disputa con un rival en la que se enzarzaba. Porque había que estar en el campo ese día para comprobar la sensación de control de la situación, de jerarquía y de eficacia máxima que exhibió un Tchouaméni que desde el primer día demostró que estaba llamado a hacer grandes cosas en el Real Madrid", sentencia el periodista de Marca.