Este Castilla no es de Segunda B

19.10.2014 23:30 de  Andrea Sánchez  Twitter:    ver lecturas
Este Castilla no es de Segunda B
© foto de Andrea Sánchez

En cada partido que juega el Real Madrid Castilla y con cada minuto que pasa, queda claro que este no es un equipo de Segunda B. Es cierto que a los blancos se les atragantan los partidos, incluso que en muchas ocasiones son incapaces de sacar una victoria. Sin embargo, empiezo a pensar que las circunstancias no ayudan. Campos, que más bien parecen el patio de algún colegio de pueblo, no invitan a que los castillistas desplieguen el buen juego al que nos tienen acostumbrados.

Y lo dice una extremeña de pura cepa. Orgullosa de haber nacido en las tierras donde el mejor jamón tiene su origen y donde la gente es más bien humilde. Sin ningún ánimo de ofender, este tipo de campos bien hacen recordar al fútbol de antaño. El de la plaza del barrio con los colegas en el que quién juega y las reglas lo decide el dueño del balón. Un balón, por cierto, que cuánto más viejo sea mejor. ¡Porque así el fútbol sabe mucho más a fútbol!

Ver a Zidane sentado en un banco a modo de banquillo sorprende, cuanto menos. ¿Quién te lo iba a decir, verdad Zizou? Has pasado de las mulliditas butacas del banquillo del Bernabéu a dirigir el partido desde una banqueta más propia de una marquesina de autobús. Este es uno de los tributos a pagar cuando militas en categorías más modestas.

Tal y como había empezado la temporada, el futuro de los de Zidane era poco halagüeño. Incluso, las malas lenguas veían a los merengues descendidos la próxima campaña. Yo misma atizaba una y otra vez a los blancos. Pero dicen que rectificar es de sabios. Y a eso precisamente he venido hoy.

Ante el Socuéllamos, en su campo, Aguza y compañía supieron adaptarse a un campo que lejos queda de las comodidades del Di Stéfano. Empezando por las dimensiones, y terminando por las condiciones del terreno de juego. Pero queridos amigos, hablamos del Castilla y de Zidane, y cualquier excusa se torna insuficiente. A pesar de todo, los blancos consiguieron rascar un valioso punto de tierras manchegas. Por tercera jornada consecutiva los castillistas no conocen la derrota, ¡qué alegría!

Resultado justo en líneas generales aunque insuficiente para un Castilla que debería apabullar a sus rivales en cada encuentro.