La historia se repite: la crónica del Atlético - Real Madrid

Real Madrid y Atlético se daban cita este miércoles en el Metropolitano para resolver definitivamente la eliminatoria de los octavos de final de la Champions League. Los blancos partían con ventaja después del 2-1 de la ida, pero la diferencia era mínima y, además, los colchoneros contaban esta vez con el factor campo de su lado. La expectación era máxima y el ambiente extraordinario, con los dos eternos rivales frente a frente, peleando por seguir avanzando en la Liga de Campeones.

UN COMIENZO HORRIBLE PARA EL MADRID

Para tratar de sellar el pase a la siguiente ronda, Carlo Ancelotti hizo dos modificaciones con respecto al duelo en el Bernabéu: quitó a Camavinga por Modric y sacó a Bellingham, que volvía tras sanción, en el lugar de Brahim. Valverde se mantuvo en el lateral diestro, al igual que Asencio en el eje de la zaga junto a Rüdiger. Asimismo, pese a que llegaba tocado tras un golpe en la última jornada ante el Rayo, Mbappé acabó siendo titular. Completaron el once inicial Courtois, Mendy, Tchouaméni, Rodrygo y Vinicius.

Por su parte, Simeone realizó también dos cambios en su alineación: entró Reinildo por Javi Galán en el lateral zurdo y Gallagher por Samu Lino en la parte izquierda de la medular; el resto del esquema del técnico argentino lo conformaron Oblak, Giménez, Lenglet, De Paul, Barrios, Giuliano, Griezmann y Julián Alvarez. Y le iba a dar resultado al ‘Cholo’ meter al centrocampista inglés, ya que aún no se había cumplido el minuto 1 de juego cuando, en la primera aproximación tras el saque de centro, el ex del Chelsea consiguió mandar al fondo de la red un centro raso desde la derecha de Rodrigo De Paul. Exactamente 28 segundos tardó el Atleti en abrir la lata, aprovechando el despiste defensivo y la caraja de los merengues.

ESCÁNDALO EN EL METROPOLITANO

El inicio de partido no podía ser peor. Sin embargo, el Real Madrid no tardó en hacerse con el dominio del balón. Posesiones largas, alguna que otra aproximación, aunque eso sí, sin generar demasiado peligro. Vinicius lo intentaba por su banda, siendo el más activo de su equipo, pero sin suerte. De hecho, un centro suyo tocó en la mano de Barrios, muy claramente, pero de forma surrealista, ni el árbitro de campo, ni el de VAR creyeron conveniente pitar penalti, pese a lo evidente de la acción. Error arbitral como pocos.

El derbi se había convertido en un monólogo de los madridistas, ya que los rojiblancos tenían pocas ganas de aguantar el balón y buscaban, sobre todo, la contra. Pero la circulación de pelota del Real Madrid era demasiado lenta y así era difícil desarbolar a la zaga local. Cada vez que el conjunto merengue se acercaba al área de Oblak, los defensores colchoneros despejaban sin complicaciones. Muy parados Bellingham, Mbappé y Rodrygo, desactivados por el rival. Y para colmo, el Atleti sí conseguía inquietar a Courtois, principalmente después de un tiro duro, aunque sin ángulo, de J. Alvarez. Sin ritmo como diría un Carlo Ancelotti que vio impasible cómo el encuentro llegaba al descanso con sus jugadores lejos de dar su mejor versión.

PENALTI A LAS NUBES DE VINICIUS

El inicio del segundo tiempo no distó de como acabó el primero: el Madrid dominando con posesiones largas y el Atleti aguantando atrás. Solo un centro de Rodrygo al que poco le faltó a Bellingham para rematar sembró el 'uy' en la grada; al tiempo que los locales, a los que poco les bastaba para generar peligro, rozaron el gol tras una carambola iniciada por un error garrafal de Mendy. Parsimoniosos y sin ocasiones los primeros 15 minutos de la segunda mitad, lo que llevó a Ancelotti a meter en el 64' a Camavinga y Lucas por Modric y Tchouaméni. 

Cuatro minutos después, pese a que poco había podido salir al contragolpe en todo el partido, el Real Madrid salió en tromba al ataque con un Mbappé desatado, que se sacó de la chistera un jugadón impresionante, con dos recortes magníficos en el área, para acabar siendo derribado por Lenglet. Penalti claro a favor de los madridistas, con Vinicius como encargado de ejecutarlo... ¡y de fallarlo con un lanzamiento que se marchó directo a las nubes!

Jarro de agua fría para los merengues, que ya veían como volvían a ponerse por delante en la eliminatoria. Tratando de pasar página, Ancelotti metió a Brahim en el lugar de Rodrygo. Piernas frescas y eléctricas para intentar romper la muralla local. Y en el 81' tuvo que introducir en el campo a Fran García por lesión de Mendy. Por su parte, el primer cambio de Simeone llegó en el 84', cuando quitó a Gallagher por Samu Lino. Las sustituciones iban y venían, como las de Sorloth y Correa por Griezmann y Giuliano en el 88', pero no las ocasiones. Solo una de Correa, cuyo disparo se fue algo por encima del larguero. El derbi se fue a la prórroga justo después de otro cambio obligado, esta vez en el Atleti, Molina por De Paul.

RÜDIGER VUELVE A DAR LA CLASIFICACIÓN AL MADRID EN LOS PENALTIS

Para el tiempo extra, Simeone metió a Le Normand por Lenglet. El guion del choque tampoco varió en una prórroga que empezó con una buena jugada de Correa, que cortó Rüdiger de forma providencial; con un cabezazo fácil de Sorloth a las manos de Courtois y con un remate blandito de Brahim desde la frontal. El cansancio hacía mella en los jugadores, tanto que hubo otra lesión (Reinildo, sustituido por Azpilicueta), y correr hacía atrás era una quimera, mientras que los ataques eran cada vez más anárquicos. Sin mayor peligro que un buen pase a segundo palo de Valverde al que nadie llegó y un golpe franco de Lucas al lateral de la red, se llegó al final del primer tiempo de la prórroga.

En la segunda mitad del tiempo extra, la posesión y las aproximaciones eran del Real Madrid. Muy errático el Atleti cuando recuperaba e intentaba salir a la contra, mientras que el conjunto merengue fallaba en el último pase siempre, en cada acercamiento. Demasiado cansancio y Ancelotti quitó a Vinicius para meter a Endrick. Mal partido del 7 madridista, demasiado individualista y con poco sacrificio defensivo. Pero no le dio tiempo a nada al ex del Palmeiras, porque solo cinco minutos después, sin grandes acciones que reseñar, se llegó a los penaltis.

Primero tiró Mbappé, lo marcó; después Sorloth, hizo lo propio; a continuación fue Bellingham, lo convirtió; el siguiente fue Alvarez, falló al tocar dos veces el balón en su tiro; posteriormente lanzó Valverde, gol; responsabilidad máxima para Correa, que estuvo a punto de fallar después que Courtois tocase el esférico; turno para Lucas, parada de Oblak; Llorente la mandó luego al larguero; y Rüdiger culminó la tanda con suspense. En cuartos, el Arsenal. El Madrid sigue vivo en su camino hacia la Decimosexta.