Zidane gana la batalla: su gestión de la plantilla ensombrece la ineficacia culé

11.07.2017 22:00 de  Christian Caselles  Twitter:    ver lecturas
Zidane gana la batalla: su gestión de la plantilla ensombrece la ineficacia culé
© foto de Matteo Gribaudi/Image Sport

Blanco y azulgrana, los dos colores predominantes en Europa en los últimos años, una rivalidad firme y constante no sólo en los terrenos de juego, sino también en sus respectivas oficinas. Si antaño la temporada se evaluaba en función del número de títulos levantados, ahora la batalla también se juega en el mercado;  el éxito de los fichajes, la rentabilidad de los millones dispensados por tal o cuál jugador, la inmediatez de las megaestrellas.


En esta asignatura el Real Madrid ha resaltado por encima del Barcelona, el cuál tan sólo ha sido capaz de rentabilizar óptimamente aquellos fichajes muy opulentos como Neymar y Luis Suárez, pilares del ataque barcelonista. En este marco, el Real Madrid no ha sido tan eficaz, ya que sus últimos galáticos, Bale y James, han sido determinantes en su primera campaña, pero no constantes; el galés por sus continuas lesiones, y el colombiano por su irregularidad y en ciertos tramos su forma física. Sin embargo, el club blanco es claro vencedor en el el resto de apartados que atañen a los fichajes, tanto por sus adquisiciones y por consiguiente su rendimiento, como por las ventas que realiza. Ambos equipos llevan a sus espaldas grandes fracasos comerciales, trátese de casos como Sahin, Altintop o Coentrao en el Real Madrid. En el caso del Barcelona, la gestión de sus fichajes ha sido realmente ineficaz en su intento de mantenerse en lo más alto del fútbol, quiero decir, el equipo de Messi, porque es tan sólo el equipo de Messi, se mantiene en lo más alto sí, pero a costa de tan sólo tres jugadores, aquellos que confroman la MSN. Da igual que entrenador o qué refuerzos lleguen al club, que siempre depende de la actuación de tres jugadores, y por encima de ellos, de Messi, que decide que día le apetece jugar al fútbol y cuáles se toma vacaciones en el campo. Alex Song, Afellay, Mathieu, Vermaelen, Douglas, Aleix Vidal, Arda Turan, Lucas Digne o Paco Alcácer son algunos de los estrepitosos errores del Barcelona, además de la paulatina descomposición de su cantera, aquella que presumía de "valors" y oportunidades para aquellos jóvenes talentos. Pero los aires han cambiado de forma radical, y aquella etapa de oro de La Masía ha entrado en decadencia. Dime de qué presumes y te diré de qué careces es la máxima de la que puede hacer gala el Real Madrid respecto al Barcelona, que aún llora de forma no pública la pérdida de Sandro, Dani Alves o de forma más clara un error imperdonable, la venta de Thiago Alcántara.


Asimismo, de forma paralela, la sensatez ha cuajado en el Real Madrid desde que llegara Ancelotti a la capital, y de forma más clara, con la incorporación de Zizou. Si durante la etapa de Mourinho la estrategia era la incorporación de galácticos por cifras desorbitadas para manener al Real Madrid en la lucha permanente por la Champions, la etapa de Ancelotti ya dejó entrever el objetivo de revalorizar la plantilla con fichajes jóvenes de cara al futuro. Esta maniobra de explotar jovenes talentos, tanto del exterior como de la propia Fábrica, ha propiciado la mejor plantilla del mundo, consolidada bajo las órdenes de Zidane con la presencia de Carvajal, Morata, Asensio, Isco, Lucas Vázquez, Nacho, Kovacic, Vallejo, Llorente y ahora Ceballos y Theo. El éxito del Madrid ha marcado el fracaso del Barcelona, y si el Madrid es capaz de ganar una liga haciendo uso de su segundo equipo en diversas ocasiones, es por la diversidad y amplitud en la plantilla. Por mucho que moleste a Bartomeu, el Barcelona cuenta con una plantilla de estrellas,  pero tan sólo una, sin recambios de garantías, y su afán por acometer fichajes de renombre como Verratti, Paulinho o Dembelé que se les escapan entre los dedos, no responde más que a su vana obsesión por estar a la altura del Madrid, a la altura de una plantilla que no confíe su éxito y satisfacción en la presencia de tan sólo tres jugadores.


La persepectiva puede tener dos sentidos bien contrarios: o bien el Madrid ha sido demasiado listo e inteligente frente a la ignorancia y descuido del Barcelona, visión acorde a cualquier aficionado al fútbol; o bien el Barcelona tiene el honor de poseer una plantilla tan completa que los fichajes eran innecesarios, consecuencia de ello es su heróica victoria contra el Alavés en la final de la Copa del Rey, visión acorde a Bartomeu y todo culé que suspira por la MSN. El fútbol es cuestión de gustos  y es respetable la opinión, pero es sumamente incuestionable el renacer de una política de fichajes eficaz y con proyección de futuro del Real Madrid, frente a una obsoleta estrategia de fichajes azulgrana que trata de tapar agujeros como puede.