CRISTIANO PELEA CON SU EGO PARA IRSE DEL REAL MADRID

El ego le puede jugar una mala pasada a Cristiano Ronaldo. Un ego que es su motor futbolístico para superarse cada temporada y conseguir batir marcas personales y títulos. Este mismo ego le tiene endemoniado con la denuncia de la Fiscalía que le acusa de defraudador. Lo considera algo injusto y va diciendo por ahí que le tratan como un delincuente. Esta palabra la pronunció por primera vez tras ganar la Liga en Málaga y sin hacerse pública la acusación del fraude de 14,7 millones de euros. Lo sospechaba y fue como un aviso. Como me denuncien, me voy de España. Era una idea que le rondaba por la cabeza y que ahora filtra a un periódico deportivo portugués para intentar hacer daño a no sé quién. Supongo que la Liga se resentiría de perder a un Balón de Oro y el daño deportivo al Real Madrid sería importante. 

El caso es que el peor enemigo en este bombazo del verano ha sido el propio ego de Cristiano Ronaldo. Hay que ponerlo en contexto. Acaba de completar su mejor temporada. Ha ganado la Liga y la Champions. Es el máximo goleador de la competición europea. Ha hecho goles en partidos decisivos en el tramo final de la Liga y la Champions. Venía de ganar una Eurocopa... En fin, si tocarle el ego ya es peligroso cuando no es protagonista, es fácil imaginar cómo tiene que estar cuando es el favorito para ganar el próximo Balón de Oro. 

Cristiano necesita que se le aparezca un angelito y expulse al demonio que le come la cabeza y le machaca eso de 'tengo la conciencia tranquila'. Esto es una cuestión de normativa. Puede haber un error de interpretación. Pero la Fiscalía no actúa fuera de la ley. Si Cristiano Ronaldo tiene que pasar por el banquillo de los acusados, como hizo Messi, no va a dejar de ganar Ligas, Champions y probablemente Balones de Oro. Que guarde su ego para el césped que le ha ido muy bien. 

autor

Ulises Sánchez-Flor

Periodista deportivo con una trayectoria de 26 años de profesión. 23 años en el diario Marca, cubrió tres Mundiales y tres Eurocopas. Exdirector de Punto Pelota, ahora en El Confidencial

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